La terapia transpersonal busca la expansión de la conciencia. Antes de esto es necesario el despertar, la activación de las antiguas memorias genéticas, para darnos cuenta que ya somos eso que buscamos. Aplicado en mi caso particular, ya que no puedo constatar esta certeza en nadie más que en mí, puedo decir que me resulta necesario hablar de ese mundo invisible que, sobre todas las cosas, es interno, pero como es arriba, así es abajo, lo oculto tiene su expresión visible y es esta realidad, en la cual creo ver algunas pistas de la otra parte, la más amplia, la que le da el significado a todas las cosas que me rodean. Explicar el mundo transpersonal es hablar de todo cuanto existe, que es más de lo meramente perceptible, es encontrar la causas por la cual estamos aquí, es continuar con los viejos cuestionamientos filosóficos y ontológicos: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde me dirijo? Preguntas con múltiples respuestas, que sólo expresan aspectos parciales de una única respuesta, la cual nunca ha dejado satisfecho al buscador desesperado.
