¿Qué es la verdadera meditación?

¿Qué es la meditación?


La meditación como práctica espiritual
 La meditación es una de las prácticas del ámbito espiritual del ser humano más
significativas e importantes y una de las que puede provocar cambios más
contundentes y permanentes en el mismo a nivel de su conciencia cognoscitiva.
Sin embargo, uno de los problemas más habituales acerca de la misma, es que
muchas veces es mal comprendida o no es comprendida en absoluto.
Esto se debe fundamentalmente a diversos y variados motivos entre los que
encontramos la inadecuada divulgación que realizan pseudo maestros
espirituales ampliamente presentados por los medios masivos de
comunicación, la ausencia completa de la misma dentro de los programas
educativos de las escuelas de occidente, la casi inexistencia de practicantes de
meditación en los países occidentales, etc.
Muchas personas, combinando a tientas los pocos elementos teóricos a los que
pueden acceder, logran llegar a una comprensión muy elemental sobre lo que la
meditación es, llegando a conceptos tales como que la meditación es “para
alejarse del mundo y de sus problemas”, “para evadirse de la realidad”, “algo
solo de orientales o para hippies”, “solo para gente iluminada”, etc.
Nuestra finalidad en el siguiente texto es presentar una introducción lo mas
completa posible sobre qué es la meditación y sobre cómo se debe comenzar a
practicarla.

Una primera aproximación a su comprensión.

La meditación es una práctica, es decir, un proceso de experimentación,

mediante el cual entramos en contacto con aspectos y estratos, tanto de nosotros
mismos como del universo, a los cuales no es posible acceder por otros medios.
De esto se deduce la contundente consecuencia de que si no es a través de la
meditación no llegaremos a conocer en forma experiencial y práctica algunos de
los ámbitos mas importantes, trascendentes e inclusivos de nuestro ser y del
universo mismo.
La meditación es evidentemente un práctica cognoscitiva donde no solamente
se amplia el rango de objetos conocidos sino que también se alcanzan
tremendas profundidades de conocimiento de los mismos. Esto significa, dicho
de otra manera, que mediante la meditación se alcanza un conocimiento
profundo de ciertos objetos que ya eran conocidos para nosotros pero que lo

eran solamente de una manera muy superficial.
Es importante comprender que si bien la meditación posee fundamentos
teóricos, la misma es eminentemente una práctica o experimentación. Si, por
ejemplo, la comparamos con el hecho de correr maratones por parte del ser
humano, la meditación en si misma es comparable al hecho mismo de correr la
maratón y sus fundamentos teóricos son comparables a los fundamentos
teóricos de la maratón entre los cuales se incluyen la capacidad del ser humano
para emprender tal práctica.
Nunca debe confundirse el fundamento teórico de la meditación con la práctica
de la misma. Uno de los errores más comunes de muchos pseudo-maestros
espirituales de hoy en día es que conocen mucho de la teoría de la meditación
de tal manera que pueden hablar durante horas sobre la misma. Y de hecho
parecen bastante eruditos. Sin embargo eso no significa que sean avezados en la
práctica. Comúnmente caen en el grosero error de querer transmitir a otros
solamente la teoría sin orientarlos hacia la práctica misma. Esto es como querer
enseñar a alguien a correr maratones mostrándole gráficos de anatomía
humana.

Los dos especies de meditación
Las diversas prácticas meditativas que ha elaborado el ser humano a lo largo de

la historia pueden agruparse en dos grandes grupos o especies: la meditación
concentrativa y la meditación contemplativa. Es común también que a la meditación concentrativa se la llame Shamata y a la meditación contemplativa se
la denomine Vipassana.